domingo, 13 de diciembre de 2009

algo de nada...


Los días de humedad no son eternos
no son la lluvia ni lo verde
no las moscas y los grillos
los sapos escondidos en lo profundo

Si tu te llevaras la sonrisa a otra parte
si mi propia sonrisa no te cubriera
la orfandad de la alegría sería eterna
No hay nada eterno, dijimos.

Entonces escribo como si lo fuera
por necedad, por vanidad o por cansancio.
no dejo que el clima incomode, mas bien lo incorporo,
y sigo creyendo que las sonrisas son la clave.
pero nada es eterno....sólo mi empeño.

viernes, 4 de diciembre de 2009

recordando a Emiliana...

Aquí unas letras que escribí hace tiempo, para recordar a mi maestra Emiliana que dejó una huella profunda en mi vida que se refleja en todo lo que hago...

gracias por leerlo..

Eugene, Oregon, Primavera del 2007.

LA EMILIANA DE MIS RECUERDOS.

Un poco atrevida quizá, pero a falta de un conocimiento especializado, pretendo hablar un poco de mi maestra Emiliana, en este año que se cumplen ya 20 de su fallecimiento. Una carta me parece el vehículo más adecuado, tomando en cuenta que sería muy petulante escribir un ensayo –dada mi poca propensión a sumergirme en documentos sin fin-; la carta siempre me ha parecido algo cálido, algo íntimo. Un medio libre en el que puedo hablar de Emiliana, sin buscar la introducción, la hipótesis, la conclusión, en fin, toda la parafernalia académica. Emiliana es mucho más que eso para mí. Es difícil describir a mi Emiliana, pero quiero dar a conocerla, porque –¡quién lo duda!- Emiliana fue muchas cosas para cada uno de los que convivimos con ella en distintas etapas de su vida. Todos los que compartimos con ella, los que fuimos sus alumnos (o amigos) nos quedamos con un pedazo de Emiliana en nuestras almas y mentes; todos guardamos el recuerdo mejor (a veces no tan bueno) y lo sacamos a la luz en cada reunión en su honor, en cada entrevista. Todos creemos tener a la verdadera Emiliana Zubeldía en el recuerdo, ¡como si Emiliana fuera cosa fácil!.
A veinte años de su muerte, Emiliana sigue sorprendiéndome; sigo pensando en la vida fantástica que esa mujer blanca, delgada, de carácter fuerte y mirada penetrante, tuvo en los años anteriores a su llegada a Hermosillo, Sonora, en donde permaneció hasta su muerte en 1987. Emiliana fue, lo supimos siempre, una mujer de vanguardia, una mujer fuera de serie, con un papel relevante en la vida cultural de su país a principios del siglo XX. Esta Emiliana cosmopolita, que se unió al movimiento español nacionalista, esa ferviente y apasionada mujer que defendía su identidad y la libertad del país Vasco; que odiaba a Franco y todo lo que él representaba en España (la opresión, el atavismo, la intolerancia, el atraso cultural, etc.); esa mujer, embajadora cultural de su país en todo el mundo, por medio de su arte como pianista y compositora decidió, en el otoño de su vida, venir a radicar a nuestra ciudad: Hermosillo. Se vino al desierto físico y cultural (aunque todos los historiadores me contradigan), y no porque Hermosillo fuera una ciudad de bárbaros, sino porque comparando su modo de vida, sus antecedentes, resulta enigmático por qué alguien que vivió en París, que dio giras mundiales por Argentina, Uruguay, Cuba y que radicó en Nueva York y México, D.F., decidió trabajar en una Universidad recién formada en el Noroeste de México. Una Universidad creada para fomentar (en primera instancia) la agricultura y ganadería del Estado de Sonora.
¿Por qué Emiliana decidió permanecer en Hermosillo dando clases a alumnos de educación media?; ¿Por qué alguien que alternó con artistas de la talla de Horowitz, García Lorca, Nicanor Zabaleta, el padre Donostia, etc., habría de querer permanecer oculta en esta pequeña y polvorienta ciudad (mi ciudad muy querida, pero eso no le quita el clima, el polvo y la aridez). Algunos de sus alumnos aventuran sus teorías, pero la realidad sigue siendo un misterio. Ahora que en la mitad de mi vida medito sobre esos asuntos (aunque siempre lo he hecho, no puedo negarlo), sigo creyendo que Emiliana era una mujer impregnada de espiritualidad, con apego a las enseñanzas de su hermano Néstor (“el filósofo” como ella decía). Orgullosa de su conocimiento –como ella misma nos aconsejaba “ nunca hay que ocultar los talentos que Dios te da, debes mostrarlos a los demás”, pero por otra parte, humilde en su modo de vida y generosa con todo el que pedía ayuda. ¿Por qué decidió inclinarse hacia el ascetismo?. ¿Volverse un tanto ermitaña?
Emiliana pasó la última de parte de su vida en un cuarto del hotel San Alberto, en el centro de la ciudad. En ese pequeño espacio tenía su morada, su historia y su patria: sus baúles llenos de recuerdos –que alguien después de su muerte, incautó para nunca devolver-, sus estantes con libros, cajas, y sobre todo su piano “sordo” como decía ella –en realidad mudo, jaja-. Al parecer no necesitaba más ni pidió nunca nada extra. Su vida transcurría entre ese espacio, lugar de descanso y aseo (como celda de convento) y su salón de la Academia de Música en los altos del Museo y Biblioteca de la Universidad. Un subir y bajar diario por esas escalinatas curvadas que comunicaban el teatro con su salón. Bajar al baño, al teléfono (que mucho tiempo se ubicó en un pequeño cuartito al lado de la escalera). Salir a comer si alguien la invitaba o ella invitada (esto muy común). Subió y bajó esas escalinatas hasta pasados los 90 años. Voluntad férrea, independiente. Jamás permitía que le ayudaran a subir o bajar escalones; muchas veces tuvo caídas por la tozudez de negarse a aceptar una mano de apoyo. Conocía las escaleras de memoria, decía que si tenías buen ritmo, ya no necesitabas ver, sino simplemente seguir el patrón para subir o bajar escalones. Apoyaba las escaleras con paso firme, lo podías escuchar perfectamente. Era fuerte e intimidaba; no podía saber de donde sacaba esa fuerza en las manos: cuando apoyaba su mano en ti sentías un peso tremendo.
¿Cuál era su atuendo?. Era austera en el tiempo que yo la conocí, pero muchos que la vieron llegar a nuestra ciudad en los años cuarenta, decían que andaba siempre muy elegante, con guantes, zapatos de tacón, sombrero y saco largo (moda europea y cosmopolita en una ciudad árida llena de gente de campo). Su ropa consistía principalmente de faldas y blusas; los colores jamás le dieron miedo, tenía blusas rosa mexicano, verde perico, floreadas, etc. En ocasiones combinaba verde con rosa fiucha (fucsia) y nos decía que no había razón para evitar esos colores, ya que en la naturaleza las flores así lo hacían: tallos verdes, flores rosas, rojo carmesí, guinda, etc. Su boca siempre pintada de rojo, y sus cejas delineadas (era tan blanca que no las tenía) de negro o café oscuro. No recuerdo cuándo empezó a usar peluca, en realidad nunca le di importancia a ese hecho. Creo que cuando la conocías, había otros puntos más relevantes. Fumó en algún tiempo. Acostumbraba poner el cigarro al final de las teclas, en el lado derecho del piano, y solo se iba gastando, hasta que la ceniza se curveaba y por el peso caía al suelo –o al piano-. Otras veces tomaba el cigarro entre sus dedos mientras daba clases y ahí se consumía mientras sus alumnos tocaban alguna pieza. Sus faldas eran testigo de esa costumbre, porque muchas tenían pequeños agujeros redondos con bordes negros, marcas de cigarro indudables. Bolsa?, siempre tenía una bolsa amplia llena de cosas que jamás supe, llaves, cigarrera, bolígrafos, pintalabios; buceaba en ella para sacar un monedero y dar dinero a cualquier loco necesitado que lo pidiera (porque a nuestro salón llegaban siempre toda clase de locos –cuerdos y sanos, si existe esta clasificación, jaja-). Bastaba que alguien entrara al salón y le dijera a la maestra que tenía alguna necesidad –real o ficticia-, para que ella, sin ningún cuestionamiento, sacara unas monedas y se las diera. Alhajas?, pocas y buenas, un reloj, pulsera, un anillo de oro con una piedra inmensa (al menos eso me parecía cuando era chica) , quizá una Amatista o Esmeralda, no recuerdo bien. Cuando quería ejemplificar al piano, se quitaba el anillo y lo colocaba entre las últimas teclas agudas. Le gustaban los collares y los prendedores. A pesar de la economía en sus ropas, era una mujer pulcra y con clase. Erguida y segura de sus movimientos.
¿Su salón?. La Academia era su espacio personal, era su casa; en ella tenía sus efectos personales más queridos: libros, cuadros, discos y partituras. Ella fue adornando ese espacio de su propio peculio. Hizo que en él se sintiera el amor por el conocimiento. Un salón rectangular, con dos pianos de media cola al fondo uno de los cuales era suyo –aquel piano café, el Kimball, tan duro!-, en el que nunca podíamos hacer gala de velocidad, jajaja, sobre todo después de estar tocando el Steinway vertical tan aporreado y blando que estaba en el único cubículo de práctica que teníamos. Atrás de los pianos, pegado a la pared, estaba el pizarrón negro con la pauta pintada. Después tuvimos otro pizarrón de pie, más pequeño colocado cerca de los pianos. Unos pupitres fuertes de madera ocupaban el salón cuando yo entré a la Academia allá por 1966-7, después alternaron con sillas de madera y de fierro plegables. por último nos llegó la modernidad, y pusieron unos horrendos e incómodos pupitres de plástico anaranjados.
De las paredes colgaban numerosos cuadros que la maestra había ido comprando a pintores locales. Ella acostumbraba asistir a las exposiciones y adquirir cuadros de alumnos o pintores en ciernes. Pagaba sin escatimar con el fin de ayudar a los jóvenes. Colgaban de su pared algunos cuadros de René Amao, algunos de Mario Moreno Zazueta, sobre todo aquél que compró de las monedas de Judas, como ella decía, que tanto le gustaba. Estaba colocado en la pared norte del salón. Creo que ahora el maestro lo tiene en su casa para darle una restaurada y después regresarlo a la escuela. También estaban los cuadros de Enrique Rodríguez, David Ozuna y Fernando Robles, entre otros. Este último, protegido de Emiliana durante su época juvenil. Durante algún tiempo Fernando Robles vivió en un pequeño cuartito vecino del cubículo de estudio. La maestra le permitó vivir ahí, en ese pequeño espacio, oscuro y lleno de cachivaches, adornado con un poster de los Beatles.
Con el paso del tiempo, se puso una cortina roja que cubría el viejo pizarrón de la pared del fondo, de este modo la maestra tenía un pequeño espacio de descanso tras la cortina. Ahí estaba un sillón, y tenía el famoso “aparato de sonido”, que era un tocadisco de caja. Cuando teníamos clase de historia de la música, nos preguntaba qué queríamos escuchar, y terminaba poniendo lo que ella quería, luego se daba la media vuelta y desaparecía tras la cortina, seguidamente escuchábamos un chirrido horrendo..porque ella simplemente dejaba caer la aguja en el disco, así de golpe; luego, al terminar la pieza, ella no quitaba el brazo con la aguja, sino que simplemente apagaba el tocadiscos, así que ya se imaginan los sonidos que se producían al disminuir las revoluciones del disco.
Tenía un pequeño organito eléctrico con el que daba las entradas para los ensayos del coro. El Ukelele, le decía ella, seguramente por el tipo de sonido que hacía.
Posteriormente el Kimball cambió de lugar y otro piano de media cola ocupó su espacio. Era el piano de las clases: el Baldwin. Detrás de él tenía la maestra un librero con una colección de la editorial Aguilar sobre filósofos de todos los tiempos. También estaban ahí los Diccionarios de la Música, los de pintura, los de Historia del Arte. Cuando uno quería consultarlos, que tenía que ser obviamente ahí en su presencia, se encontraba conque algunas hojas tenían sus huellas: grandes letras con marcador rojo o negro –marca Flair-. Usaba ya por ese tiempo, un lupa como de 7cm de diámetro, y se inclinaba totalmente sobre ella para poder leer sus libros.
Detrás de la cortina tenía un pequeño refrigerador. Para ese tiempo ya no le era tan fácil desplazarse (subir y bajar esas escalares tan infames!), así que prefería quedarse ahí todo el día. Algunas veces le llevaban de comer algunas madres de alumnos, o amigos. Cuando alguien habló alguna vez de cambiarla de salón –al menos al primer piso-, se quiso morir, dijo que “lo que sucedía es que la querían correr, pero ella no se iba a mover de ahí”. Y ahí se quedó realmente.
Tuvimos muchas experiencias en tantísimos viajes, como lo tuvieron los miembros de generaciones anteriores. Quizá en su última etapa se volvió más permisiva y menos dura con sus políticas de viaje (aquello de que los chicos atrás y las chicas delante). Pero cuando salíamos ella siempre comía con nosotros o lo que comíamos nosotros. No aceptaba ninguna deferencia especial. A veces teníamos que mentir para que ella fuera tratada un poco mejor. Tenía un sentido particular de lo que era justo. Recuerdo que en una ocasión, alguien de nosotros le comentó lo asombroso y extraordinario de que el Papa estaba visitando a sus feligreses en distintas partes del mundo y ella dijo “bueno, simplemente está haciendo su trabajo”. Ese era su pensamiento: todos debemos hacer nuestro trabajo, y eso no debiera ser nada extraordinario ni causar reconocimientos especiales.
Seguramente fui demasiado inmadura para apreciar en su calidad, el valor intrínseco de Emiliana. Para reconocer todo el bagaje cultural que ella tenía, las experiencias extraordinarias que ella había vivido. Pero sé que su huella está en muchos de nosotros; creo que muchas formas de ver la vida y de desarrollar nuestro trabajo tienen que ver con esa figura quijotesca que fue Emiliana; con su rechazo por todo lo que fuera lujo y su trabajo constante sin tanto cacareo de su parte. No negaba su ayuda a nadie que se lo pidiera de corazón. Sí, podía gritar terriblemente a quien se apareciera por ahí, sobre todo a los niños de la secundaria que subían y bajaban las escaleras sin parar, pero si en alguna ocasión llegaba alguien a pedirle dinero, no importa el pretexto ni la verdad del asunto, ella se volteaba, buscaba en su monedero y daba generosamente sin preguntar absolutamente nada.
Creo -y hay documentos que lo atestiguan- que Emiliana tuvo una vida intensa e interesante antes de su llegada a nuestra ciudad. Su trabajo como compositora, pianista y difusora de la música española, en particular de la música Vasca es suficiente para que tenga un papel en la música del siglo XX. Sin embargo, mi recuerdo de ella está mezclado con lo visual y lo sentimental. Con su figura maravillosa que subía las escaleras, se sentaba encorvada en el piano a tocar alguna pieza propia o en ocasiones la danza ritual del fuego, de Falla. Es esa Emiliana que dirigía con el alma todos los ensayos del coro. La Emiliana que podía decirnos que éramos brillantes y a los pocos segundos que éramos una mierda, así podía ser ella. La Emiliana que acumulaba libros y se gastaba todo su dinero en ayudar a los demás. La que ponía de su dinero en muchas ocasiones para poder concretar viajes. Emiliana, Emiliana, quien postrada en un asilo me pedía que avisara a todos los chicos que el ensayo del coro se suspendía porque no se sentía muy bien. Emiliana que nos invitaba pizzas a todo el coro, y quería que compartiéramos su gusto por la cebolla y el ajo. Emiliana, la Emiliana que yo llevo dentro, y que fue para muchos de nosotros, el ejemplo de integridad, de quehacer comprometido en las simples tareas de la vida diaria. Mi único pesar es que aún su música no se difunda tanto como quisiera, que todavía haya obras suyas guardadas en alguna caja, esperando que algún musicólogo las revise y ordene; que todavía no exista un catálogo razonado de su obra. Espero que, ahora que se fundan asociaciones con su nombre, pueda salir toda su obra completa a la luz pública. Tenemos, pianistas, cantantes y orquesta, nos falta escuchar sus obras!
Ana Isabel Campillo Corrales

miércoles, 2 de diciembre de 2009

En el corazón de una escuela de artes...


No es por nada, pero trabajo en la mejor escuela de la Universidad de Sonora; en la de Artes. Ahí donde no hay día que no tenga sorpresas; donde reímos y lloramos en un santiamén. Una escuela que no le tiene miedo al ridículo, ni al éxito, que no sabe de domingos y días festivos.
En la escuela de Artes los alumnos se ponen una sonrisa cada día para borrarse las tristezas y se cubren la pobreza con un rayo de sol.
En mi escuela de Artes no hay misericordia para el mal humor; y sí, a veces nos anega la pena, y no podemos más que seguir riendo para ahuyentarla.
En esta escuela no hay lugares de aburrimiento; hay listos, flojos.......alegres y desdichados...hay insomnes y bribones.....hay todo lo que puede haber en un arca de noé real.....
En el Departamento de Bellas Artes los problemas no tienen solución sino ilusión; se resuelven porque si no se mueren de olvido...
En el Departamento de Bellas Artes hay todo por hacer......y nada termina con el día.....

martes, 1 de diciembre de 2009

el amor en los tiempos de la influenza!


el amor se pasea en mi escuela como pedro por su casa; ese loco amor atraviesa los corazones sin ninguna averiguación; de pronto las miradas se encuentran y hay cosas qué decirse, hay cosas que no se agotan.....los jóvenes se entusiasman, las chicas dudan; cupido sigue ahí, clavando flechas como un juego; los chicos no saben qué hacer; de pronto hay tanto para ofrecer!, de pronto somos generosos, amables y pacientes.

El amor en esta escuela es cosa de todos los días, como lavarse los dientes y tomar una taza de café por la mañana. El amor mueve a esta mi escuela, así como la risa y los gritos...todo....todo se agita y todo se transforma.....

buen día a mis dos lectores, jajajaa

lunes, 23 de noviembre de 2009

fin de semana


de pronto veinte años no significaron otra cosa que la vida misma; la vida que nos empuja por distintos senderos. De momento las miradas ansiosas temían un desdén, una apatía; un poco de nervios, eso es todo, pero en un instante, brevísimo, esas miradas se encontraron y entonces ya no hubo dudas, los ojos lo explicaron todo, y tras un abrazo cálido el milagro de la amistad surgió de nuevo y esos más de 20 años ya, se convirtieron en el pretexto para este encuentro, que dejó claro que la amistad verdadera sí es como los buenos vinos y el tiempo la hace muchísimo mejor.
Bastaron unas pocas palabras para echar a andar el entendimiento, la búsqueda, la comprensión, el interés por el otro, que en esta época está tan deteriorado; bastaron estas horas para saber que aún tengo una amiga con la que hace unos meses no contaba, y que ahora se incorpora para acompañarme la vida, y compartir con ella mis asuntos y los suyos; para dejar los egoísmos y sentar las bases de la generosidad tan olvidada hoy en día. Gracias amiga.

jueves, 19 de noviembre de 2009

ya se ve...


Ya se ve venir;

que los sueños no se cumplen cuando uno quiere

que las culpas se reparten ilimitadamente

que los culpables tienen su dosis de inocencia.

Ya se ve venir;

que andamos descalzos teniendo zapatos

que las huellas no se borran tan fácil

que borrar es un privilegio del hombre

Ya se ve venir;

que ardemos en ansias inútiles

que postergamos los gustos

que prolongamos las penas

lunes, 9 de noviembre de 2009

Qué decir ahora?


No, no siempre tiene uno cosas que decir, o tal vez son demasiadas que no sabes ni por dónde empezar; la mortandad sigue, ayer mi prima María del Carmen Aguirre Corrales, quien a sus más de 80 años vivía en el mundo del ayer, rodeada de los espacios que quiso y los seres que amó. Murió infartada en un retrete a las 5 de la mañana y ahí estuvo tres horas hasta que se le dio la gana llegar al médico forense!...increíble...

La vida sigue y los vivos reclaman su tiempo y espacio. Las obligaciones no se pueden evadir, aunque a veces olvidar y por tanto diferir.

Lo que sigue, lo que sigue....empuja la vida,
energías, gritos, comidas y cogidas,
cansancios y pestilencias
angustias y risas
rezos y vituperios
todo en un solo paquete, todo para esta vida..

Coyito, hoy toca rezar para que te mejores....
los pensamientos en tí se juntan para que tu salud se restablezca
ánimo siempre, actitud sanadora imprescindible

Bueno, esta entrada se acaba aquí,
y mañana será otro día
el sol no nos desampara nunca!

martes, 3 de noviembre de 2009

en memoria de Daniel Villegas Mejía


En un momento abriste lo ojos para ver la nada,
para contemplar aquello que ya no sería
lo inútil se confundió con lo asombroso,
la prisa con la paciencia
El miedo fue un segundo, un fugaz segundo robado a la respiración
despues vinieron las nubes, las estrellas y el sol
después la noche de tu cuerpo no dejó salir el brillo
Todo se negó, todo se opacó
Ayer los proyectos, hoy el cielo es la única esperanza
Convertidos en ceniza los sueños reposan en el éter

sábado, 17 de octubre de 2009

La generosidad, un asunto de práctica!


La generosidad es una destreza, se adquiere mediante la práctica cotidiana y constante. Empieza en la mente, en la idea, pero no tiene validez si no se refrenda con los actos. Es tal vez como la maldad, verdad?, no creen....también la maldad y la bondad son hábitos que se cultivan. Cierto que hay tendencias........muuuuchas, pero aún así.....no se puede ser malo si no se cometen actos viles así como tampoco podemos decir que alguien es bueno si sus acciones no van a la par con esa bondad mencionada.
Que hay sutilezas en la Generosidad, pues sí....no todas son económicas, las hay de conocimiento, de poder, de humildad, de perdón...
Practicamos la generosidad?, y para qué? hay razón para ser generosos? será mera convivencia o tal vez la única posibilidad de sobrevivencia que tenemos?..Quizá..es bueno momento para reflexionar la colindancia entre la generosidad y la madurez; será la generosidad un asunto de adultos?...y la generosidad de los jóvenes?...el empuje de ellos?..alguien pude ahondar sobre eso?..
buenas noches

sábado, 10 de octubre de 2009

tiempo, tiempo, siempre el tiempo...


La nostalgia del ayer es una imagen mentirosa pero reconfortante. Lo que quisiéramos se transmuta en un viaje por el ayer idílico de un pasado que reconstruimos con fragmentos de risas, juegos, palabras, acciones, aromas y sobre todo, de seres queridos a los que despojamos, por obra y gracia de un acto volitivo y personal, de toda maldad y todo doblez. Hacemos la imagen perfecta, porque esa es la ventaja de recordar el ayer; lo rehacemos y recreamos a nuestro libre albedrío. Hoy me instalo en un pasado que me sabe a tiempo lento; y me gusta esa lentitud mezclada con los gritos de tías y tíos sentados esperando la noche, disfrutándola y conviviéndola. No hay otro sentido entonces, me digo, que esa convivencia tan desusada hoy. No hay otra felicidad que esa posesión de la ociosidad como objeto precioso. Lo que se tuvo y ya no es. Lo que se disfrutó y hoy es recuerdo.
Un empuje a la memoria y esta desata el imaginario histórico de sus rutinas pasadas; puede ser un motivo tonto o un recuerdo memorable, pero está ahí, asida de esa neurona sin saber por qué. Ese imaginario que se transforma en los vestidos favoritos de la niñez, el primer regaño, la comida que más odiabas o la que más te gustaba, el miedo a la oscuridad o a los fantasmas, el sombrero preferido de tu tío, el modo en que tu tía se sentaba en su poltrona, las palabras de tu padre cuando hacías travesuras, etc. cada uno alberga en sí mismo un mundo pasado ideal, posesión preciosa gracias a la cual se conmueve con lo ajeno porque piensa que es propio.
Y sigue el tiempo su marcha, el leit motiv que nos hace trampas sin piedad, para que envejezcamos (si así es nuestro destino) con un mundo fantástico al que quitamos, como piojos, todo aquello que nos molesta.



domingo, 4 de octubre de 2009

diálogo neurótico histriónico.


Luis Ri - Ya le dije que "pobrecito el diablo" que perdió la gracia de Dios, así que no me venga con excusas y póngase pa' las cosas.

Bohe - pero, por qué pobrecito el diablo?, ni madres, él se lo buscó. A lo mejor era lo que quería, es decir, no estar en la corte celestial, sino hacer su propio Partido Político, qué no?...yo digo que hay que objetar las cosas.

Luis Ri- no cambie el tema; ya tiene dos días que no se aparece en clase, eh?, luego no venga conque ahora la pobrecita es usted. Déjese de joterías y a trabajar!

Bohe - pues truéneme, cuál es el conflicto?, si falto a clases es porque me da mi gana, porque tengo otras cosas más interesantes que hacer, como leer y reflexionar sobre el minimalismo teatral; quitar todo lo superfluo del teatro, dejar la esencia de las cosas. Ya basta de tanta marometa, rueda de carro...y bla,bla,bla.

Bohe (ya con una cara desencajada)- Ya estoy harta de que esté gritando y amedrentándome. A mí ese jueguito de generar conflictos me la pela!....

Luis Ri- jajajajja, eso era lo que quería, ve, ve.....así me gusta, que se escuche su voz, que cambie la modulación....sí, enrábiese, grite...pero con un carajo, HAGA LAS COSAS.....


esta clase se acabó....

domingo, 27 de septiembre de 2009

sexo y el milagro de la resurrección!


Cambiaremos el tema el día de hoy. La religión cristiana ataca el sexo por el sexo, eso ya lo sabemos....la parte recreativa queda sujeta (y en un nivel muy bajo) a la reproductiva. Uno se pregunta de dónde viene tal empeño de anatemizar algo que hacen todos los seres vivos; salvo que la raza humana tiene la oportunidad de pensar y razonar sobre las sensaciones y los actos, al menos eso quisiera creer. Será acaso que la religión cristiana tiene especial atención por el milagro de la resurrección, el cual no sería posible más que a través de Dios y la muerte, por supuesto? Será que en algún momento la combinación orgasmo-amor es capaz de generar la sensación de placer-muerte-resurrección en unos segundos?...sin la intervención divina de modo conciente o directo?....ustedes qué opinan al respecto?

viernes, 18 de septiembre de 2009

La influenza ha llegado a la escuela de artes


Con una plática que por supuesto tiende a los máximos, con el fin de que al menos alcancemos los mínimos, se inició hoy la paranoia de la influenza en nuestra escuela. Gripe mal cuidada, virus mutante, peligro pandémico?, lo cierto es que cada vez más nos parecemos a nuestros paranoicos vecinos del norte; que para mí significa: cero contacto, aislamiento, exacerbadas medidas higiénicas que atentan contra la unión familiar y social. Llámenme exagerada, pero por algo se empieza; el miedo siempre ha sido el mejor medio para frenar a la sociedad, para establecer controles en todas partes. Cuando la educación falla: MIEDO. Cuando las palabras no entran: MIEDO.

El Sida sigue acabando con la humanidad, sin embargo las campañas han menguado; ha pasado de moda....ahora es la influenza, porque además esta tiene una cobertura más amplia!...por tanto infunde más miedo.

Las muertas de Juárez siguen.....pero.....a quién le importan las mujeres?!


Se trata de sembrar pánico entre nosotros mismos: Cualquiera nos puede enfermar, hasta tu nieto!; todos somos potencialmente un peligro para la humanidad ....o sea, mi hijo, mi vecino, mi esposo, mi maestro...etc....

No somos de confiar...podemos ser letales aunque estemos sanos: somo portadores del mal!


Hasta dónde?

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Pero es que acaso alguien me lee?


jajajaja, pues escribo de vez en cuando, sin ton ni son, y la verdad no sé si alguna persona pasa por este blog, que aunque no publica las últimas noticias del mundo..al menos me sirve de desahogo. Si alguien lo lee, por favor hacer algún comentario,.....porque esto no es un diario oculto, sino que está muy a la vista en el ciberespacio.

hablando de noticias, pues nuestro alumnos de teatro se preparan para que vengan los famosos jurados del df, a ver las obras para la preselección del concurso que organiza la UNAM.

Además, empiezan los martes de danza y los jueves de teatro.

La idea principal es que participen grupos comandados por egresados, proyectos unipersonales; que se sepa si hay nueva dramaturgia sonorense...y que ustedes digan si gusta o no...

la cuestión es que se haga teatro, que se hable de teatro, que se coma teatro.......que se vea que hay gente que trabaja con empeño en el arte dramático...

martes, 11 de agosto de 2009


Me quedé muy quietecita, esperando que esa cachorita se moviera. Le vi su panza abultada chocar contra el tronco del árbol. Hacía una calor de la chingada y ella como si nada. Empezó con sus pinchis lagartijas y fue cuando dije, aquí es cuando, levanté cuidadosamente la cámara, enfoqué, y Zaz, tomé la foto. No, no salió. En ese justo momento, llegó mi perra a mover la bitachera, y la cachora se movió rápidamente hasta meterse en un hueco del mezquite.

Otra vez será, me dije. Y soy ahora conciente que todo en la vida requiere paciencia. Me siento aquí, afuera de la casa, esperando, usando el tiempo para eso justamente: para cazar el tiempo. Qué asunto curioso ese, verdad? Tiempo para apropiarse del tiempo, suena como una metáfora maniaca. Pero dadas mis obsesiones temporales, me resulta agradable ese asunto de perder tiempo para ganarlo de otro modo.

Qué es lo que se gana entonces? objetos? recuerdos? un espacio en la pared?

y vuelve otra vez ese gusano de la trascendencia, tan miserable es nuestra vida que queremos seguir de uno u otro modo en ella?. Parte de las religiones aplastan esos deseos, otros simplemente los ignoran o los aplazan.

Por lo pronto, estoy aquí, sentada en el patio, con un calorón, cámara en mano, esperando cualquier bicho: cachorita, colibrí, abeja, etc. algún animal desprevenido que me brinde la oportunidad de atrapar el tiempo.

sábado, 8 de agosto de 2009

y sigue no?


de repente se te agolpan las informaciones, las ideas.....pasan volando a tu alrededor; esto puede suceder en los momentos más inoportunos, y te dices, "ey, que no se me olvide, tengo que escribir eso", pero tan frágil la memoria como efímero el tiempo, en un momento todo es mundo se pierde. Debo confesar que mi error es no anotar las cosas en la pequeña libreta de apuntes. Trataré. Me esforazaré más de hoy en adelante.

El Blanco y el negro siguen siendo los dos colores básicos, los preferidos de los conservadores e intolerantes; los que no admiten medias tintas, combinaciones ricas y novedosas. Negro y blanco no siempre son negro y blanco; hasta esos colores presentan variantes, pero creo que estamos un poco ciegos y siempre es más fácil pensar como piensa la mayoría, que tener ideas propias.

Tenemos a los gringos de vecinos y los criticamos -y hay razones justas-, pero tenemos que reflexionar si en muchas ocasiones no somos, al igual que ellos: racistas, injustos, merecedores y prejuiciosos al mismo tiempo.

El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Dejemos las aguas tranquilas y probemos las turbulencia.....miedo? sí, por qué no?......pero a pesar de él, uno se mueve....a veces como cangrejo, a veces saltos de rana...en fin..nos vemos otro día..

lunes, 3 de agosto de 2009

Temblores y cosas peores..




Dizque ha temblado, sí....aquí, en Hermosillo, la ciudad del sol, el desierto hecho ciudad; donde se fríe un huevo en la banqueta....Algunos lo sintieron y otros lo pasaron por alto. La cuestión es qué sucedería si continuara temblando...si las fallas vecinas (o adyacentes) a la de San Andrés decidieran conversar con su principal....si estas placas se empiezan a acomodar..La naturaleza nunca ha tenido la cortesía de avisarnos de sus ideas, menos de sus acciones. Y los edificios que se construyeron en el cauce del vado del Río?, Gobierno, bancos, casa de la cultura, Musas, agua potable, sauceda....y por supuesto: TODAS LAS COLONIAS cuyos cimientos son algo así como escombro acarreado que descansa sobre arena.


Naturaleza no perdona nuestra poca precaución, nuestra indolencia y descuido hacia nuestros congéneres.


Esperemos que Protección Civil prevenga....y se hagan simulacros de evacuaciones....porque si no, los evacuados serán ellos.....

sábado, 2 de mayo de 2009

algo de nada


Había que levantarse....las 7 a.m., no hay ganas..pero hay obligación. No entiendo. Es una cosa que se llama responsabilidad; algo que te angustia y te mortifica; no te deja dormir. Piensas que te que puedes quedar en la cama una eternidad. Eso es falso. Todo tiene que ver con la educación, digo yo. Con la educación casera, por supuesto, la de tu papá levantándose a las 4 de la mañana a poner el café; la de tus tías quitándote la cobija en las mañanas de invierno. La de tu madre empecinada en que nunca faltes a clases. Es una enfermedad digo yo. Ya no se estila eso de llegar temprano; y la gente con una cachaza inmensa es capaz de llegar una hora tarde, o simplemente nunca llegar y como si nada. Nadie se mortifica.

Se inventa excusas y la cama es deliciosa; pero puedes sufrir. Más nos vale. Mas te vale.

ya no queda nada...tengo que levantarme; mi perra escucha un ruido y empieza a mover la cola contra las sillas, se encarama en la ventana. La gata se tira del cooler produciendo un estruendo. Sí...es mi hora de hacer café...es mi hora de imitar a mi padre. El tiempo nos hace parecernos.

jueves, 23 de abril de 2009

elucubraciones precoces


No sé que pleito tengo contra el olvido...contra el tiempo...; las ideas parecen meteoros fugaces.

De momento sientes que puede asir el pensamiento, pero el tiempo, siempre el tiempo, borra apresurado la lucidez primera. En la mañana, una taza de café puede detonar una eclosión de maravillosos pensamientos; igual lo hace el insomnio tan odiado. Todo se resuelve en un santiamén...para luego darnos cuenta que sólo era un espejismo: los problemas continuan, las ideas se vuelven sosas....

Ahora en la mañana estaba meditando sobre la frase blanco y negro. Mejor dicho estaba leyendo un libro sobre fotografía digital en blanco y negro, cuando me vino a la mente que nosotros utilizamos mucho esa frase.."que las cosas no son blanco y negro"...pero curiosamente eso no se aplica a la fotografía. Lo que menos es en blanco y negro es precisamente una buena fotografía en blanco y negro. Qué contradicción!

sábado, 21 de marzo de 2009

todo y nada

Rosendo se acomodó en su silla, con una humeante taza de café. Buscó los controles, se posesionó de uno de ellos....aplastó el botón con una mano...la otra seguía con el café. El beisbol ya había empezado....subió el volumen al máximo y sin importar los gritos de Esperanza, que le gritaba que alguien se robaba el coche ....siguió con mucha atención a ese jugador que estaba en primera base por un hit al jardín central. La vida tiene sus prioridades.

lunes, 2 de febrero de 2009

El tiempo se fue en la bicicleta


Entró el 2009 y yo casi sin notarlo. Pasó Enero entre pitos y flautas, clases, programas, pérdidas de tiempo....un medio siglo que se me vino encima como el cielo del pollito. Pero estamos aquí, otra vez intentando hilar palabras que hagan surgir ideas. Queriendo acotar el fugaz pensamiento que se me escapa en una taza de café. Resolviendo que el tiempo se ha escapado en una bicicleta desvencijada que atraviesa por una calle empolvada, llena de hoyancos y piedras. No me interesa detenerlo, sería absurdo, verdad? no hay nada más tonto que creer que las fotografías detienen el tiempo, No, no lo hacen, las fotografías sólo recuerdan, hacen que amemos los espacios viejos. Las fotografías no son testigos del tiempo; son testigos del amor, de la vida, de la naturaleza, de la búsqueda infinita del infinito.

He estado encerrada aquí prácticamente estos tres días....dialogando con los murmullos, con los objetos. Recriminando mi propia inactividad, regañando mi estulticia y mi molicie. No puede remediarlo, sólo ver me causa felicidad.

no quiero hablar más....no quiero decir más por ahora....viene el 6 de febrero, y las imágenes ya me acosan, ya me entristecen..