sábado, 21 de marzo de 2009

todo y nada

Rosendo se acomodó en su silla, con una humeante taza de café. Buscó los controles, se posesionó de uno de ellos....aplastó el botón con una mano...la otra seguía con el café. El beisbol ya había empezado....subió el volumen al máximo y sin importar los gritos de Esperanza, que le gritaba que alguien se robaba el coche ....siguió con mucha atención a ese jugador que estaba en primera base por un hit al jardín central. La vida tiene sus prioridades.