Nocturna, mas no funesta, de noche mi pluma escribe, pues para alabanzas, hora de Laudes, elige. S. Juana Inés de la Cruz
jueves, 19 de mayo de 2011
justicia o misericordia?
El insomnio me llegó sin pedirlo. Vuelta y vuelta la mente; enojos por omisiones ajenas; por descuidos propios. Molestias al darme cuenta que la politiquería está en todas partes. Que no son las instituciones, sino las personas quienes juegan con los demás para lograr sus objetivos. Para qué ser juez, si no se confía en tí? Para qué buscar tu criterio, si al emitirlo se opone a los deseos de los altos mandos?.......cómo avanzar si en lugar de establecer sistemas justos y precisos, buscamos mantener la mediocridad en el proceder?... así no podemos cambiar...entonces?, pues tenemos lo que buscamos......lo que merecemos?.......será? Luego vienen las quejas, pero entonces ya es muy tarde.
sábado, 14 de mayo de 2011
parole
Estoy en ninguna parte,
salto de un árbol al cielo,
después nado en mis risas
y me sumerjo en las estrellas
Estoy en todas partes
y en la nada,
de donde vengo
y a donde voy
Las paredes tiene mi llanto,
son espejo de mi alegría,
en ellas surges tú,
te expandes, te gozas,
palabra atrevida,
horadas mi corazón,
te pegas al papel
y me dices insensateces
Estoy aquí,
en el ahora de mi tarde,
y los ruidos no me asustan,
y el silencio no me espanta,
y escribo porque puedo,
porque nadie me detiene,
porque se rompieron los candados,
y ahora las letras tienen,
por si fuera poco,
un momento de locura.
miércoles, 11 de mayo de 2011
Se puede vivir en el borde,
sin saltar al precipicio,
dejar las manos extendidas
y sentir el aleteo del deseo,
que jala tu cuerpo al infinito.
Se puede vivir con un pie en el estribo,
respirando la prisa,
hurgando las miradas de los otros,
oyendo sus cantos y gritos.
Se puede vivir con risa enmascarada
y con el llanto alegre de cada día.
Se puede vivir como sea,
cargando un saco de palabras inmenso;
hola, qué tal?, te odio y te quiero,
trabajo, sueño, defeco....lloro;
se puede vivir de palabras,
y no se pude vivir sin ellas.
Aunque estemos al borde,
con ganas de saltar al cielo.