domingo, 16 de junio de 2013

Las lecturas

Es curioso como una lectura llama a otra y esta a su vez a otra o a otras. Esa es la maravilla de los textos: nunca están solos, siempre quieren compañía. Inicié leyendo algo de Nadine Gordimer, y no sé por qué razón empecé otro texto de José Gordon,  que se llama "El cuaderno verde, entre el azar y el destino",  una colección de algunos artículos publicados. Este a su vez me remitió al libro de Paul Auster, El cuaderno rojo, Historias verdaderas. Como podrán sacar por conclusión, muchas historias tienen relación con el azar y esas situaciones tan sorprendentes que a veces nos suceden.  En este momento que redacto esta entrada, me doy cuenta que yo también, en este juego textual, entré en el juego del azar.  Mi memoria no es tan prodigiosa como quisiera. Empecé a leer el libro de Gordon hará un mes, me agradaron las historias y me enganché con él, punto.  Hace unas semanas fui a la librería Universitaria a seleccionar mis libros producto de un vale que año con años nos otorgan.  Como todo los años, la cuestión es seleccionar los textos que más te interesen para cubrir los mil pesos que cubre el vale.  Empecé a buscar textos académicos  pero principalmente libros que tengo ganas de leer este año. Encontré algunos textos de Paul Auster y recordé vagamente el nombre, es todo.  Seleccioné el que más me agradó por lo que decía la contraportada.  Hasta ahí.    Hace una semana empecé a leer el Cuaderno Rojo y recordé los referentes del libro de Gordon, pero no es hasta este momento, que leo otra vez la introducción al Cuaderno Verde, que me doy cuenta que la alusión al Cuaderno Rojo de Auster es la clave del de Gordon.  ¿Por qué seleccioné justamente el Cuaderno Rojo, habiendo tantos textos de Auster en la librería? no lo sé, ¿Será el azar y el destino que me hizo elegirlo?





sábado, 15 de junio de 2013

Que la vida sea el aspirar del jazmín por la tarde,
y unas estrellas tímidas iluminen un sendero amarillo.
La escena en cada ojo atento,
en cada gesto ...en cada enojo, en cada nervio.
Siempre el inicio se concatena con el fin,
y la rueda de la fortuna continúa;
opuestos por el vértice los sueños,
dialécticos en el corazón de las ideas.
Un motor que no se canse,
un empuje sin inercia,
la risa a la vuelta de la esquina,
el coraje como llamarada de petate,
hacer, hacer y hacer....
sentir siempre...
ser feliz el mandato divino
hacer felices el don interno.



Felicidades a los alumnos que hoy se gradúan...fue un placer y un aprendizaje tenerlos en esta Universidad de Sonora, que es su Alma Mater por siempre.