El tiempo es una palabra
misteriosa y esclarecedora. Nos abruma, nos alienta y brinda
oportunidades...es una palabra extraña y complicada; se estudia
....se estudia en el mismo tiempo y eso ya parece una contradicción.
El tiempo nos regala el instante de la gloria, la sonrisa perfecta,
la mirada profunda y el abrazo consolador. Borges hace sus
disquisiciones sobre el tiempo y lo vuelve arte literario; Einstein y
muchos científicos lo estudian y pretenden convertirlo en una
fórmula perfecta e inteligible...los artistas lo usan y lo vuelven
movimiento, sonido, palabra.....acción viva. Los plásticos luchan
contra su paso constante y temible, juegan a ser eternos, aunque la
eternidad dure 1000 mil años. Se hacen tantas cosas con, para y por
el tiempo......aunque el tiempo es a la vez verdugo y salvador.
Vivimos en él y nos lleva de la mano hacia un tiempo indefinido.
Tiempo corre por mi vida,
por mis venas los
segundos saltan de contento,
cada minuto escarva mis
dentros,
cada hora consume mis
ocios.
Tiempo desciende sin
miedo,
hasta el profundo seguir
de mis días;
me tiene en la mira,
me tiene en su barco que
navega sin ton ni son.
Tiempo no eres más que
eso,
tiempo que consume días.
Tiempo dame tiempo de
olvidarte,
de recordar la risa que
me diste.
Tiempo estás loco,
loco de remate y no te
entiendo ni me entiendo,
cuando pasas a veces río
y otras me desespero,
Te llamo semanas, meses y
años...te llamo vacaciones,
fines de semana..te llamo
tarde tornasol.
Tiempo no me dejas pensar
en otra cosa que en tí,
cuando no esté estarás,
no te importo y está
bien.
Me comes como a todos con
tu voraz gula,
me prestas lo
desconocido,
y en ese instante amo y
te vuelvo eterno,
sufro y eres eterno
nuevamente.
Soy de tí y eres de mí,
al menos por este
instante.
Tiempo, llévame contigo,
sin atajos, sin paredes y
sin trampas.