vuelan las horas y los días,
vuelan los momentos
que se dispersan por el cosmos,
se hermanan con las estrellas.
dos vidas como satélites de la misma luna,
cuyas órbitas apenas se tocan de vez en vez.
explotan y se consumen en el tiempo..
ninguna estrella en el horizonte,
ningun satélite..ni luna...
el cielo oscuro,
el día claro,
ninguna nube
todo en blanco y negro,
en el maniqueo transcurrir del tiempo
se toma el coraje, se envuelve bien en una ziploc,
se guarda en el refrigerador,
y pasados 30 minutos,
se saca ...
entonces sí, uno puede indignarse, gritar y llorar,
uno puede reclamar...pelear,
así, con el coraje bien frío.