sábado, 21 de diciembre de 2013

Pirados todos, desde el inicio,
salpicados de entusiasmo por la vida.
Las escaleras son de ida y  vuelta,
me lo dijo el sentido común,
pero no hice caso.
Subí sin mirar lo profundo
y la escalera se quebró justo al pisar las nubes.
Pirados todos, hasta el final.

sin ton ni son

Un escribir tan aleatorio, tan esporádico y anodino.  Sin embargo tan necesario en lo personal.  Reflexiones sobre un cabello, una palabra o una estrella.  Jugar un poco a destramar los vericuetos tan complicados de cada proceder. ¿Quién tiene la razón?, Todos y nadie.  ¿Existe una razón absoluta?. A veces creo que la razón está hecha de partes...es una razón dividida.   Hablo de mí, porque es todo lo que tengo para bien o para mal; mis opiniones me delatan y me retratan y no son para nada ciertas al cien por ciento. Mis opiniones son y están forjadas en experiencias de vida y de ficción, en lecturas y opiniones (a veces de otros)...en un poco sentido común, cuando lo hay.  Sucede que todas mis elucubraciones  se estrellan cada día  cuando al atravesar la carretera rumbo a mi casa, diviso a un montón de migrantes a la orilla de las vías del tren; cobijados entre ellos mismos, apertrechados en cuartos sin puertas ni ventanas; cargando un atillo que incluye cobija (rala), mochila y una taza colgando.   Cuando veo eso,  me pregunto cuándo perdimos el sentido de la justicia en este país, cuándo la razón, con toda su relatividad, se escondió en una alcantarilla para nunca más salir. Y claro, no puedo evitar sentirme privilegiada y pensar que todas mis preocupaciones existenciales valen puro sorbete. 
Terminamos un año con reformas que nos hundirán aún más, porque a fin de cuentas benefician a unos pocos y se sacrifica (es decir un "alguien" la sacrifica) a la mayoría. Una reforma educativa que no reforma la educación, sino a los que quieren escalar en ella; una reforma energética que detonará un alza (ya evidente) de precios; Un IFE, que en lugar de economizar, se inventará otra "reforma" para gastar en actualizar millones de credenciales -¿Quién se beneficia?-.  Como si esto fuera poco, estamos gobernados por un Presidente con un nivel educativo y cultural paupérrimo. .....¿No es esto un panorama preocupante?.
Y en este punto, las preguntas más relevantes son ¿Qué hago yo?, ¿Cómo contribuyo? ¿Puedo hacerlo?.  A veces gana la desesperanza, pero siguen funcionando palabras y frases simples: Honestidad, Trabajo, Diligencia en las labores,  Actuar con justicia -al menos lo que nosotros creemos que es- aunque no todos estén de acuerdo.  Dejar un poco la autocomplacencia para hacer lo que se debe.  Todo esto no tiene sentido si no hay una formación clara de cuál es nuestra misión como seres humanos, y esto tiene que ver con la ética (tan devaluada). La Ética que ya no se enseña, que no se busca, que no se promueve.  La educación cívica, que también quedó fuera de la curricula escolar. Ahora hablan de los valores y de educar en los valores, ¡Cabrón!, pues si ellos mismos sacaron esas materias de los planes!.  .....Esto no tiene fin ni principio.  Me sirve para mover la maquinaria de la escritura que había abandonado en este blog. Disculpen mis dos lectores.  Son los ocios del resfriado los que me mueven a esto. Mejor seguiré leyendo a Gabriel Zaid, que sí es muy interesante, jajaja.