lunes, 2 de febrero de 2009

El tiempo se fue en la bicicleta


Entró el 2009 y yo casi sin notarlo. Pasó Enero entre pitos y flautas, clases, programas, pérdidas de tiempo....un medio siglo que se me vino encima como el cielo del pollito. Pero estamos aquí, otra vez intentando hilar palabras que hagan surgir ideas. Queriendo acotar el fugaz pensamiento que se me escapa en una taza de café. Resolviendo que el tiempo se ha escapado en una bicicleta desvencijada que atraviesa por una calle empolvada, llena de hoyancos y piedras. No me interesa detenerlo, sería absurdo, verdad? no hay nada más tonto que creer que las fotografías detienen el tiempo, No, no lo hacen, las fotografías sólo recuerdan, hacen que amemos los espacios viejos. Las fotografías no son testigos del tiempo; son testigos del amor, de la vida, de la naturaleza, de la búsqueda infinita del infinito.

He estado encerrada aquí prácticamente estos tres días....dialogando con los murmullos, con los objetos. Recriminando mi propia inactividad, regañando mi estulticia y mi molicie. No puede remediarlo, sólo ver me causa felicidad.

no quiero hablar más....no quiero decir más por ahora....viene el 6 de febrero, y las imágenes ya me acosan, ya me entristecen..