Me parezco a mí
en mi infancia,
en mi terquedad
sonriente.
Me parezco a mí
y no me reconozco,
porque salto mi
historia y construyo otra,
porque soy como
no quisiera ser,
y soy a pesar de
mí.
Soy en ese
continuo y delgado hilo vital.
Soy cuando creí
no ser,
cuando duermo y
despierto,
entonces las
palabras se evaporan con el calor,
los gestos se
derriten al fuego,
y sigo siendo yo,
afirmo y niego,
temo pero sigo,
Me parezco a mí
en mi infancia,
pero no soy yo,
habito sin pena
un molde
ajustable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario