miércoles, 11 de mayo de 2011


Se puede vivir en el borde,

sin saltar al precipicio,

dejar las manos extendidas

y sentir el aleteo del deseo,

que jala tu cuerpo al infinito.


Se puede vivir con un pie en el estribo,

respirando la prisa,

hurgando las miradas de los otros,

oyendo sus cantos y gritos.

Se puede vivir con risa enmascarada

y con el llanto alegre de cada día.


Se puede vivir como sea,

cargando un saco de palabras inmenso;

hola, qué tal?, te odio y te quiero,

trabajo, sueño, defeco....lloro;

se puede vivir de palabras,

y no se pude vivir sin ellas.

Aunque estemos al borde,

con ganas de saltar al cielo.

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