
El insomnio me llegó sin pedirlo. Vuelta y vuelta la mente; enojos por omisiones ajenas; por descuidos propios. Molestias al darme cuenta que la politiquería está en todas partes. Que no son las instituciones, sino las personas quienes juegan con los demás para lograr sus objetivos. Para qué ser juez, si no se confía en tí? Para qué buscar tu criterio, si al emitirlo se opone a los deseos de los altos mandos?.......cómo avanzar si en lugar de establecer sistemas justos y precisos, buscamos mantener la mediocridad en el proceder?... así no podemos cambiar...entonces?, pues tenemos lo que buscamos......lo que merecemos?.......será? Luego vienen las quejas, pero entonces ya es muy tarde.