lunes, 14 de marzo de 2011

ay ese Don que no encuentro....o será que no lo tengo?


Se dice tanto de los dones. Están ahí, por obra y gracia de la divinidad; están ahí a veces sin saberlo y sin pedirlo. Aún así, cómo son esos dones?, cuál será su clasificación?, habrá algunos más valiosos que otros? , tendrán ciertos dones más caché?; Existirán dones simples y anodinos, mientras que otros pueden ser excelsos y valiosos? Vienen los dones de modo gratuito?, se otorgan sin importar raza, sexo o nivel económico? se tienen sin importar condición moral, humor, bonhomía o maldad intrínseca? Algunos pueden tener más de un don, lo cual es maravilloso, ya que deciden cuál desarrollar -o quizá puedan con todos!-; otros tienen uno, pero es realmente notable; pero, ¿qué sucede con esos dones simples, que más que desarrollarse se practican?, esos dones tan sencillos que se dan por hecho, que se minimizan o se confunden con un simple modo de ser o hacer?. Por supuesto que escribo todo esto a deshoras, con un insomnio producido por dos tazas de café que jamás debí tomar en un domingo vespertino; escribo porque después del medio siglo me gustaría saber si algún don, por sencillo que sea, ha habitado en mí; si la risa puede ser un don, si escuchar puede salvarme la vida monótona y desabrida; quiero saber si vivir una mediocridad feliz también puede ser un don; si alejarse del genio y seguir amaneciendo para ver el sol puede ser un don. No me salvo de pensar todos los días si habrá algún don escondido bajo la cama, traspapelado en algún libro; si al abrir la puerta de mi cubículo saltará sobre mi, y me dirá "hey, te jugué una mala pasada, pero aquí estoy..........."....claro que sé que eso no pasará.....los dones a veces pueden ser muy absurdos y aburridos.....esos dones nadie los quiere.....pero igual uno tiene el deber moral de cultivarlos. no necesitan aplausos y grandes manifestaciones de alegría; simplemente son....
El don de callar cuando las palabras ya están en guerra. El de hablar cuando el silencio está deprimido, el de reír cuando los ojos riegan sal. El don de sentirnos útiles cuando nuestras rutinas dicen lo contrario, el de festejar alegrías ajenas como propias; el don de recordar nuestros errores sin tristeza.........hay dones tan pequeños que se te esconden en la memoria; hay dones tan sutiles, que engañan al mundo, y viven en la clandestinidad por siempre. Hay dones que parecen defectos y con ese traje se pasean de luna a sol, iluminando a los defectos que se disfrazan de dones.......quién puede distinguir entre tanto don? ......pero prometo seguir buscando, porque donde menos se lo piensa, salta el don...

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