Tarde y noche,
molino sin descanso,
mientras las estrellas se cansan de brillar,
el tiempo es mensajero agotado.
Tarde y noche,
molino que apuras ideas,
muele sin juicio,
muele sin risa y sin llanto,
muele sin digerir.
Tarde y noche,
la mañana llegó,
y el molino no descansa,
sus aspas castigan el nervio,
su ritmo agobia el cuerpo;
la nada se transforma,
signos extraños asaltan papeles.
Tarde y noche,
constancia perpetua,
enigma del absurdo,
no estás cuando quieres, sólo cuando puedes,
y lo efímero es la meta,
Tarde y noche...
Pongo el pulgar hacia arriba...
ResponderEliminar